La semana pasada, Elon Musk impuso una demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, ante el Tribunal Superior de San Francisco. En esta acusaba a la compañía de incumplimiento de contrato alegando que habían roto el acuerdo de fundación que estipulaba que su investigación en IA tenía como fin desarrollar tecnología en beneficio de la humanidad y no en beneficio económico propio.
Según Musk, la alianza de OpenAI con Microsoft habría corrompido su objetivo inicial de lograr una IA general pública y de código abierto. «OpenAI, Inc. se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la empresa de tecnología más grande del mundo: Microsoft. Bajo su nueva junta directiva, no sólo está desarrollando sino que en realidad está refinando una AGI para maximizar las ganancias de Microsoft, en lugar de que en beneficio de la humanidad», expresó Musk en la demanda.
Ahora, OpenAI ha respondido con una publicación en su blog en la que repasa su historia con el magnate para dejar clara su postura.
En primer lugar, OpenAI ha querido dejar claro que no han perdido de vista su objetivo: «La misión de OpenAI es garantizar que la AGI beneficie a toda la humanidad, lo que significa tanto crear una AGI segura y beneficiosa como ayudar a crear beneficios ampliamente distribuidos. Ahora compartimos lo que hemos aprendido sobre cómo lograr nuestra misión y algunos datos sobre nuestra relación con Elon. Tenemos la intención de actuar para desestimar todos los reclamos de Elon».
No obstante, tal y como puntualiza, el desarrollo de la AGI o inteligencia artificial general requiere muchos recursos. O lo que es lo mismo, mucho dinero. Ante esto, se relata como en 2015, año de la fundación de OpenAI, Sam Altman y Greg Brockman (dos de sus muchos fundadores, entre los que se encuentra el propio Musk) plantearon la necesidad de recaudar 100 millones de dólares para este fin. Cifra que a Musk no le pareció suficiente.
«Necesitamos ir con una cifra mucho mayor que 100 millones de dólares para evitar parecer desesperados… Creo que deberíamos decir que estamos empezando con un compromiso de financiación de 1.000 millones de dólares… Cubriré todo lo que nadie más no proporcione». Este fragmento de un mail de Musk puede leerse en uno de los varios correos cruzados entre el magnate y los miembros de OpenAI entre 2015 y 2018 que la compañía ha publicado en su comunicado. Recordemos que 2018 es el año en el que Elon abandona el consejo administrativo de OpenAI.
En 2017, se dieron cuenta de que el desarrollo de AGI costaría mucho más que esos 100M$ dada las grandes cantidades de computación requeridas para ello. Tal y como explica OpenAI: «Todos entendimos que íbamos a necesitar mucho más capital para tener éxito en nuestra misión: miles de millones de dólares por año, que era mucho más de lo que cualquiera de nosotros, especialmente Elon, pensábamos que podríamos recaudar como organización sin fines de lucro».
Siendo conscientes de que, para lograr su objetivo, no bastaría con ser una organización sin ánimo de lucro, se puso sobre la mesa la posibilidad de cambiar de enfoque. A finales de 2017, las figuras de poder de OpenAI y Musk decidieron que debían crear una entidad con fines de lucro. Sin embargo, «Elon quería una mayoría accionaria, control inicial de la junta directiva y ser director ejecutivo. En medio de estas discusiones, retuvo la financiación. Reid Hoffman cerró la brecha para cubrir salarios y operaciones».
OpenAI declara que fue imposible llegar a un acuerdo con Musk acerca de los términos de una empresa con fines de lucro «porque sentimos que iba en contra de la misión que cualquier individuo tuviera control absoluto sobre OpenAI. Luego sugirió fusionar OpenAI con Tesla». De acuerdo con la compañía, «Elon quería que nos fusionáramos con Tesla o quería el control total».
En uno de los correos publicados por la compañía, Musk aseguraba que la fusión con Tesla era «la única forma con la que se podría llegar a esperar plantarle cara a Google. Aun así, la probabilidad de ser un contrincante de Google es pequeña. Pero no es cero».
Finalmente, en 2018, Musk abandonó la compañía sosteniendo que apoyaba al equipo en su búsqueda para recaudar esos miles de millones de dólares. Sin embargo, en diciembre de ese año, contactó con la empresa y, en un cambio de actitud, alegó que «ni siquiera recaudar varios cientos de millones será suficiente. Esto necesita miles de millones por año inmediatamente u olvídalo».
Mientras que en su demanda, Elon esgrime que “open” implica que la IA desarrollada por OpenAI sea de código abierto, por lo que el hecho de que la compañía desarrollase GPT4 en secreto y no se liberase su código choca frontalmente con su acuerdo de fundación. Por su parte, para OpenAI es diferente.
La compañía ha declarado que «Elon entendió que la misión no implicaba abrir AGI. Como Ilya le dijo a Elon: “A medida que nos acerquemos a la construcción de IA, tendrá sentido empezar a ser menos abiertos. El Open en openAI significa que todos deberían beneficiarse de los frutos de la IA una vez construida, pero está totalmente bien no compartir la ciencia…”, a lo que Elon respondió: “Sí”».
Por último, la compañía concluye su comunicado mostrando su tristeza por cómo ha evolucionado su relación con el magnate y reafirmándose en la persecución de su objetivo: «Nos entristece que hayamos llegado a esto con alguien a quien admiramos profundamente: alguien que nos inspiró a apuntar más alto, luego nos dijo que fracasaríamos, creó un competidor y luego nos demandó cuando comenzamos a lograr avances significativos hacia la misión de OpenAI. sin él.
Estamos enfocados en avanzar en nuestra misión y tenemos un largo camino por recorrer. A medida que continuamos mejorando nuestras herramientas, nos entusiasma implementar estos sistemas para que empoderen a cada individuo».
Foto: generada con GPT4
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Δ