El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sancionará con multas de hasta 43 mil pesos a los conductores de aplicaciones como Uber y DiDi que ofrezcan sus servicios en las instalaciones aeroportuarias.
A través de su sistema de altavoces y con carteles pegados en las instalaciones, el AICM le recordó a sus usuarios que está prohibido solicitar transporte para trasladarse del aeropuerto en aplicaciones móviles: “Prohibido prestar servicio o abordaje de pasajeros en taxis de plataforma digital. Multa $43,000 MXN”, señalan los anuncios.
Luego de que la noticia trascendiera, Uber llamó a colaborar y trabajar con el gobierno de México para que las personas tengan acceso a una movilidad digna en el país: “Reiteramos nuestro ánimo de contribuir y trabajar con el Gobierno de México a través de soluciones tecnológicas a favor de la libertad y acceso a la movilidad de las personas“, señaló la empresa.
Uber dijo que los usuarios de los aeropuertos mexicanos, incluso el AICM, “tienen el derecho a elegir el tipo de movilidad que más les convenga y prefieran dentro de todo el ecosistema de opciones existentes”.
Por su parte, DiDi informó que mantiene un diálogo con las autoridades correspondientes: “Mantenemos un diálogo con las autoridades con la intención de permitir la operación de los servicios prestados por los conductores en los aeropuertos del país en estricto apego a la normatividad estatal y federal vigente”, reveló la empresa.
De acuerdo con la Comisión Federal de Competencia (Cofece), solamente los servicios de transporte que cuenten con un permiso especial otorgado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICyT) pueden operar en el AICM o en cualquier otro aeropuerto del país, esta situación se debe a que las terminales aeroportuarias cuentan con un sistema restringido para el transporte de pasajeros.
Además de la autorización de la Secretaría, es necesario que los servicios de transporte al pasajero firmen un contrato con los administradores de cualquier terminal aérea del país, en dicho acuerdo se establecen pagos y contraprestaciones por los servicios.
Mientras las aplicaciones móviles están abiertas a un diálogo continuo con las autoridades del país, los taxistas de la Ciudad de México han protestado exigiendo una mayor regulación e incluso la extinción de las plataformas.
Los taxistas refieren que se encuentran en una competencia desleal contra las aplicaciones. Además, han amenazado con paralizar la ciudad en caso de que sus demandas no sean escuchadas:
“Para demandar el piso parejo, para denunciar el que haya omisión de parte de la autoridad para regular el servicio de aplicaciones, seguimos absolutamente en las mismas a más de tres años de esta Administración”, dijo Ignacio Rodríguez, líder del Movimiento Nacional de Transportistas.
Fue en 2015 cuando la Ciudad de México se convirtió en la primera ciudad de América Latina en regular Uber, ya que le exigió a la aplicación pagar 1,5% por cada viaje realizado al gobierno local. En el mismo año, instó a las aplicaciones móviles de transporte a contar con permisos anuales para los conductores y establecer reglas concisas sobre las características y condiciones de los vehículos.
Además, en diciembre pasado, cuando los usuarios de apps reportaron un excesivo aumento en las tarifas de los viajes, las autoridades mexicanas reclamaron a las compañías y llamaron a proteger el bolsillo de la ciudadanía. Ante esto la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, manifestó su preocupación ante la ausencia de una regulación de precios, pero si de un evidente aprovechamiento que “se cobra desde hace años que va a un fideicomiso y entra directamente para la sustitución de vehículos”. Adicionalmente, instó a la Secretaría de Movilidad (Semovi) a revisar la regulación en las tarifas de Uber y Didi.
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