Los alrededores del metro Balderas, conocidos anteriormente por los autos Hot Wheels, han sido completamente transformados por la viralidad en internet de los muñecos Sylvanian Families, apodados cariñosamente Ternurines. Este fenómeno ha convertido el área en un centro de actividad frenética para coleccionistas y aficionados. Estos juguetes, que fusionan nostalgia con tendencias modernas, dominan ahora el mercado, desplazando otros juguetes clásicos y estableciéndose como la nueva fiebre coleccionable gracias a su popularidad en redes sociales.
Desde diciembre del año pasado, los puestos han renovado sus inventarios para acoger a estos muñecos encantadores que atraen tanto a niños como a adultos. La viralidad de los ternurines en plataformas digitales ha cambiado la dinámica de ventas, convirtiéndolos de simples juguetes a un fenómeno cultural que inspira memes y narrativas en línea.
La compañía japonesa Epoch lanzó estos juguetes en 1985, pero su renacimiento es un testimonio del poder de la viralidad en internet. Aunque los Sylvanian fueron diseñados para promover valores familiares a través de sus personajes animales antropomorfos, es su adopción en redes sociales lo que ha disparado su popularidad entre audiencias modernas, especialmente jóvenes.
En los mercados ambulantes de Ciudad de México, los ternurines se venden no solo como juguetes, sino como íconos de un estilo de vida que mezcla lo retro con lo contemporáneo. Omar Juárez, un vendedor en la zona, ha observado un aumento significativo en las ventas debido a la viralidad de estos juguetes en redes. Ha decidido adaptar su negocio para dedicarse exclusivamente a estos muñecos debido a su alta demanda y diversidad de compradores. Los precios de estos muñecos pueden llegar hasta los 2,000 pesos por piezas raras y altamente codiciadas.
La viralidad de los Ternurines no se limita a su popularidad como coleccionables. En redes sociales, estos simpáticos muñecos han inspirado una multitud de memes y contenido digital que ha capturado la atención de millones. Estos memes, que a menudo presentan a los Ternurines en situaciones cómicas o relatables, han ayudado a cimentar su estatus como íconos de la cultura pop contemporánea.
Las imágenes de Ternurines vestidos con trajes peculiares, integrados en escenas cotidianas o protagonizando historias dramáticas en formatos de video corto, han contribuido enormemente a su apogeo en plataformas como Instagram, TikTok y Facebook. Este fenómeno ha permitido que personas de todas las edades interactúen con los personajes de maneras nuevas y creativas, ampliando aún más su atractivo y relevancia cultural.
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En los mercados ambulantes de Ciudad de México, los ternurines no solo se venden como juguetes sino como iconos de un estilo de vida que equilibra lo retro con lo moderno. Los precios de estos muñecos pueden variar, llegando hasta los 2,000 pesos por piezas especialmente codiciadas.
La opción de compra en línea a través de plataformas como Amazon y Mercado Libre es popular, pero muchos prefieren la experiencia directa de comprar en los tianguis, donde pueden interactuar con otros aficionados y explorar accesorios únicos que personalizan a sus ternurines. La experiencia de compra en persona no solo permite evitar falsificaciones, sino que también facilita la creación de una comunidad alrededor de estos muñecos, fortaleciendo su impacto viral.
La viralidad de los Ternurines en internet ha creado una comunidad y un diálogo cultural que atraviesa generaciones, demostrando que el impacto de las tendencias digitales puede traducirse en un éxito comercial tangible y duradero.
Imagen: Pinterest
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